jueves, 5 de febrero de 2009

Mi dulce amor




Si existe un paraíso amor... existe en ti,
en tu fértil tierra… el fruto yo comí,
suave, hermoso y aromático valle
donde nacen los besos donde no ve nadie.


En tus praderas y colinas empinadas
se formaron los besos y caricias de la nada,
y allí me quedo admirando tu atardecer,
besando tus labios rojos, me vuelve amanecer.


En tu largo y sedoso cabello como el anochecer
tengo dulces sueños, que nadie puede saber,
pensamientos dirigidos a una sola mujer, aquella...
la que me roba el corazón y mi ser.


Tierras blancas donde nace un manantial
agua del deseo que todos quieren probar,
que nadie encuentra si el amor no es real,
amor mío... amor puro amor de cristal.


A ojos cerrados, me provocas a amar
con manos trémulas, te quiero acariciar,
desde la punta de tus dedos, poderte besar
y recorrer tu cuerpo, de un punto a otro sin parar.


Melodía compuesta de largos suspiros,
hermosos son los ojos en los cuales me mirod
ivino el cuerpo, del fruto prohibido,
que arrullan mis brazos, que se queda conmigo.


Amor… envuélveme en tus alas
y llena mis pulmones con el aire que inhalas,
dame vida y paz en tus brazos,
quédate conmigo recorriendo la vida paso a paso.


Te amo, no porque eres la mujer perfecta
si no porque me comprendes perfectamente,
por hacerme tan feliz en lo presente y ausente,
por recorrer juntos la misma vida de siempre.


Mi paraíso eres tú, el que me dio mi Dios
por amor por fe por virtud.

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